Tus acciones y palabras
me acercaron màs a Dios
al llegar a mi existencia...
Me enseñaste a amar.
Y aprendí a amarlo,
Aprendí a amarme...
Y aprendí a amarte.
Abriste el sendero
de mi vida nueva,
y yo, sin dudarlo,
gocé la buena vida...
Pero me dejaste,
te alejaste un tiempo,
mataste la palabra,
guardaste silencio...
guardaste silencio...
pusiste la distancia
y cerraste nuestro ciclo
sellaste nuestro libro.
Pero luego regresaste
y yo sin darme cuenta,
olvidé de nuevo todo...
Y sin meditarlo,
sin pensar siquiera...
Comencé de nuevo a amarte .
Volví a dártelo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario