miércoles, 2 de junio de 2010

TOCAR EL ALMA


Bendito Dios por el don de la palabra,
por colocarnos en el lugar preciso.
Démosle gracias por permitir tocar el alma
de aquellos seres que a nuestro lado él quiso.

Como el músico disfruta su experiencia
y con alegres notas a su alma extasía,
así el maestro en su labor se regocija
pues toca el alma de sus alumnos día con día.

Aunque el destino le depare días amargos
con el ejemplo probará tener paciencia,
En firme lucha dominará la resistencia
y ha de lograr que esos días no sean largos.

Así el alumno llevará tatuadas en su alma
esas palabras de aliento del docente recibidas,
que en el cofre del recuerdo guardará por siempre
y valorará entonces las destrezas aprendidas.